jueves, 10 de noviembre de 2011

Que locos


Yo tenía una amigo que se llamaba Brian, lo conocí en algunas clases de la escuela, era justo uno de esos niños que los padres podrían considerar mala influencia, tenía serios problemas para concentrase, rechazo a la autoridad y una desequilibrio mental médicamente diagnosticado. Brian no podía tomar mucho porque las medicinas se cruzaban mal con el alcohol, una vez bebimos más de tres cervezas y no pudo ir a la escuela como una semana. Compensaba su incapacidad de beber, con una bonita y en general controlada colección de drogas suaves, las cuales casi siempre compartía con generosidad.

Brian tenía un historial cuestionable que incluía amenazar de muerte a por lo menos dos compañeros de escuela, algunas entradas a clínicas mentales y un intento de suicidio. Cuando yo lo conocí ya todo esta estaba en el pasado, el balance correcto de medicamentos y el consumo constante de marihuana, lo mantenían lejos de la orilla donde podía perder el control. Una vez estábamos sentados en alguna cafetería y me contó una historia horrible sobre su padre tocándolo de forma inapropiada, en medio de mi incomodidad y horror comenzó a reírse y me dijo que la gente siempre caía, sus padres en realidad eran dos gringos muy simpáticos y amables. Ese día entendí cuánto odiaba que todos estuviéramos preocupados por su fragilidad mental, que justo el punto de aquella anécdota era la ligereza con la que necesitaba tomarse la vida, de otra forma la ansiedad lo llevaba a la destrucción que todos temíamos.

Este último mes he pensado mucho en Brian, por coincidencia he visto algunas películas sobre gente en procesos mentales inestables y a base de repetición del tema, me he topado con recuerdos en mi cabeza. Justo alrededor de Halloween volví a ver La Hora del Lobo de Ingmar Bergman, considerada por muchos la película de terror del cineasta sueco, quien recurrentemente incluía personajes al borde de perder la cabeza por diferentes circunstancias, pero en esta ocasión, el personaje principal es arrastrado poco a poco por su propia pesadilla, creada por culpas, frustraciones, desamores y la audiencia ve como se materializan los personajes de terror que poco a poco llevan al infierno a Max von Sydow. Vale poco la pena alabar clásicos, Bergman en la madurez total de su carrera y las miles de interpretaciones que han sido tema de ensayos, críticas y reseñas por mucho tiempo.

Take Shelter es la historia de un hombre que empieza a temer en la realidad lo que sueña, es decir, si durante la noche la pesadilla es que su perro lo ataca, durante el día decide encerrarlo en un enrejado fuera de su casa, sin tomar en cuenta la naturaleza  pacífica del animal, ni la cantidad de años que dormido entro de la casa. Las pesadillas se vuelven cada vez más apocalípticas, lluvia ácida, plagas, muerte, y el personaje principal empieza a tomar medidas más drásticas para prevenir lo que podrían ser sus premoniciones del fin del mundo. Al mismo tiempo, considera la posibilidad de estar perdiendo su salud mental como le sucedió a su madre años antes y busca ayuda donde la pueda conseguir. La peli juega sutilmente con todas las posibilidades y lejos de construir un drama terrible sobre un hombre  a punto de perderlo todo, apuesta por una historia de suspenso que termina por angustiarnos de la misma forma que le sucede al personaje.

Martha Marcy May Marlene, es una historia diferente, la locura de su personaje principal que ha llevado todos esos nombres, es producto de una temporada de su vida muy específica en la que se unió a una especie de culto y comuna hippie donde las mujeres son sometidas al voluntad de un líder aterrador. Durante la película no obtenemos muchos datos sobre esta comunidad, no hay descripciones de ideologías, terapias ni procesos de convicción. La historia inicia cuando nuestra protagonista ha logrado escapar de la granja donde permanecía seducida-secuestrada y recurre a su hermana al no tener donde más ir, es con ella que la vemos poco a poco perder la razón, aterrada por recuerdos que a veces parecen sueños o deformaciones de una realidad percibida con miedo. La historia tiene una atmósfera de cine onírico sin caer en surrealismos ni símbolos difíciles de interpretar, simplemente resulta que es imposible despertar de la realidad.

Reflexionar sobre la locura es una de las cosas que más miedo me dan en la vida, no entiendo bien qué la dispara y al parecer los expertos no saben cómo curarla, a veces siento que me podría pasar a mí, escuchar voces, escapar a realidades alternas con conversaciones interminables que tengo en mi cabeza, perder la capacidad de percibir el mundo a mi alrededor, por eso me perturba tanto el arte que se acerca a, por lo menos, retratarla,  y luego pienso en Brian y como le gustaba hablar de Karate Kid, escuchar Erassure, y citar diálogos de películas de Kevin Smith, es así como me dejo de angustiar.

Trailers:

La Hora del lobo
http://www.youtube.com/watch?v=DXk6VXs6jh4

Take Shelter
http://www.youtube.com/watch?v=I5U4TtYpKIc

Martha Marcy May Marlene
http://www.youtube.com/watch?v=ERREgOobLOs

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