jueves, 15 de diciembre de 2011

Crítica Destructiva


Hace unos años, estaba en una ciudad de mentiras con mi amigo Enrique y mi amigo Fernando. Cansados de las actividades recreativas que ofrecía la localidad, decidimos ir al cine, el debate fue entre ver Rocky Balboa y Apocalypto, mi argumento para elegir la peli que veríamos era muy sencillo, la historia del boxeador es como ir a McDonalds, la comida es mala, pero sabes perfectamente a qué sabe, no hay sorpresas, en cambio la historia de los mayas es como comer una torta en la estación de autobuses, sabes que va ser mala, pero no tienes una idea de las consecuencias que le pueden causar a tu organismo. Perdí democráticamente y nos lanzamos a ver la cinta de Mel Gibson. Como una hora después de que inició la proyección, era bastante obvio mi argumento, la historia es ridícula, sin sentido y no hay nada real sobre los mayas.

Después de años de ir al cine sin discriminación, he desarrollado un buen olfato para reconocer las películas que me quiero saltar, hay combinaciones de directores, actores, trailers y pósters que sin duda generan un mal resultado. Por ejemplo, trato de evitar cualquier peli que el póster tenga una foto de un paisaje, con personas pequeñas en la parte inferior y enormes rostros a media disolvencia  mirando al infinito, sobre impuesto al cielo de la foto con las personas pequeñas (http://www.imdb.com/media/rm2178727424/tt1668200 aquí hay un buen ejemplo de lo que hablo), porque sé que se trata de una historia dramática que incluye flashbacks cursis para construir la tragedia que se nos avecina. Bajo ninguna circunstancia quiero decir que nunca veo películas malas, sucede bastante seguido, pero si he aprendido a alejarme de cosas que sé no tienen nada interesante para mi y cuando me obligan a ir a verlas, el resultado siempre es tan malo o mediocre como lo espero, sin importar la cantidad de premios o éxitos en taquilla. En este momento sólo recuerdo dos veces en que me negaba a pararme en el cine y salí muy complacido, Moulin Rouge y Matrix, ambas películas tienen más de 10 años de haberse estrenado y sigo pensando que suenan terrible en papel.

Hay películas que sé que son malas y aún así las veo, algunas porque es divertido, otras porque tienen algún aspecto técnico que me interesa, otras simplemente para corroborar que el mundo sigue siendo el lugar que conozco y hay veces que sé que estoy entrando a un trampa y aún así, no puedo evitar presentarme en la taquilla y comprar boletos. Esto me sucedió en Anonymous, el trailer se veía espantoso, la premisa pobre y el director Roland Ememerich no ha filmado un cuadro decente de cine en su vida y aún así, entré a que me contaran la historia de cómo Shakespeare era un fraude, que realmente no escribió una sola palabra en su vida, simplemente fue la fachada para un noble que no podía firmar su propia obra. Dejando de lado las inexactitudes históricas, el exceso de edición y lo terrible que resulta la interpretación de la obra de Shakespeare, tenemos una película terrible, cada vez que el guionista se topaba con alguna inconsistencia, decidieron poner una secuencia de acción,  lo cual ha funcionado en Independence day o 2012, pero resulta muy poco creíble en la época de la reina Elizabeth, lo cual los llevó a solucionar los hoyos que generan las secuencias de acción, con generaciones enteras de incesto en la familia real, que genera incoherencias que se solucionan con miradas homoerótcas entre los personajes masculinos (algunas también incestuosas). El resultado es peor que cualquiera de las pelis anteriores del realizador alemán, a quien parece habérsele acabado las formas de destruir el mundo y ahora quiere acabar con la posibilidad de entretenernos en el cine.

Contra toda buena intuición, vi Sarah´s Key, un drama sobre el tema más trillado en la historia del cine, el holocausto. Kristen Scott Thomas, sigue siendo una mujer hermosa y si yo siguiera aquél consejo sobre si no tienes nada bueno que decir sobre algo, mejor no digas nada, eso es todo lo que podría decir sobre la peli. Yo no creo en las conspiraciones de un Hollywood imperialista que pretende destruir la cultura y adoctrinarnos a todos con el sueño americano, creo más bien que son gente con la única intención de hacer dinero y no meterse en problemas con nadie, por eso les gustan las fórmulas y son adversos al riesgo. Pero cuando veo películas como esta, siempre sospecho de las intenciones de hacernos sentir culpables por cosas de las que cada vez somos menos responsables las generaciones actuales. El drama de la peli contiene todos los elementos clásicos que confirman lo terrible que fue el holocausto, los alemanes insensibles, las situaciones infrahumanas en las que vivían los judíos y la indiferencia de quienes fueron testigos pasivos de todo esto. Pero ahora la historia quiere ir más lejos, por un lado pretende asignar culpas a quienes ni siquiera habían nacido durante la segunda guerra mundial, uno es culpable de los pecados de sus padres, aún cuando estos pecados no sean pecados realmente. Por otro lado la película decide no finalizar cuando ha terminado su propaganda, sigue para hacer un segundo punto, en donde un gringo sin chiste, encuentra el sentido de su vida al conocer un pasado judío que nunca tuvo nada que ver con existencia.

Pero quizá lo peor de todo en estos últimos meses fue Don’t Be Afraid of the Dark, primero porque siempre es triste cuando una película de terror que tiene buena construcción se cae en el segundo acto y segundo por que me senté en el cine con expectativas positivas de lo que iba a ver. La premisa es muy sencilla, casa embrujada, niña solitaria que ve monstruos y nadie le hace caso. Al principio, el director logra construir una atmósfera de suspenso, sabemos que existen pequeñas creaturas que acosan a la pequeña protagonista y entendemos como su circunstancia familiar hace pensar a su padre que inventa cosas para llamar la atención, incluso compré la versión retorcida del ratón de los dientes, que más que un personaje bondadoso que deja monedas es un pequeño monstruo que se alimenta del calcio en los huesos humanos, pero de pronto da la impresión que el guionista renunció y el resto de la cinta se fue armando con escenas de sustos gratuitos sin importar que violara todas las reglas que la misma historia había establecido antes. Siempre he dicho que es injusto juzgar mal toda una película que la mayor parte de su duración se desarrolla de forma impecable y cierra de manera insatisfactoria, pero cuando lo hace de una forma tan obvia, sin importar que la audiencia se de cuenta del fraude, un mal final, borra cualquier buena intención original.

Con esto no quiero decir que son las 3 peores películas de este año, claramente el sinsentido de la tercera entrega de Transformers, los hombres lobo de Breaking Dawn que se quitan la camisa bajo cualquier pretexto para tapar hoyos en el guión y los intentos por hacer versiones alternas de Sex and the City con Sarah Jessica Parker, pueden ganar los trofeos este año, pero las pelis mencionadas en el blog de hoy, me causaron enojo especial, al nivel de Apocalypto.

Trailers
Anonymous

Sarah’s key
http://www.youtube.com/watch?v=LzDZ9e3mGRE

Don’t be Afraid of the Dark



1 comentario:

  1. "Siempre he dicho que es injusto juzgar mal toda una película que la mayor parte de su duración se desarrolla de forma impecable y cierra de manera insatisfactoria, [...], un mal final, borra cualquier buena intención original."

    Es igualito que en el sexo, amigo. Igualito

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