martes, 27 de marzo de 2012

Human Centipide 2: Full Sequence

Hace no tanto tiempo me reencontré con un amigo de la primaria por medio de las redes sociales. A diferencia de la mayoría de la gente que reaparece por estos medios, con Joaquín he sostenido un par de  conversaciones, intercambiado correos y, por lo menos hasta hace poco, era lector asiduo de este blog. Debo reconocer que intenté hacer lo mismo con el suyo (joaquinbarroso.com), pero son pocas las entradas que entiendo, ya que tienen mucho que ver con química.

Mi relación con Joaquín pasó por todas las fases que puede atravesar una amistad infantil, jugamos de todo, peleamos, dormí en su casa, nos llevó su papá al béisbol, el mío a la feria, creo que alguna vez lo amenacé con un cuchillo y él se debe haber burlado cruelmente de mi tartamudez. Si la memoria no me falla, le tenía una fobia a la sangre que demostró una vez en clase de deportes cuando un compañero presentaba una hemorragia nasal bastante irregular. Como toda amistad infantil se terminó cuando llegamos a secundaria. Nos dejamos de ver y no supe nada de él hasta que llegó Facebook a mi vida.

En la primera entrada de este blog, confesé que me gustaba la violencia, era fan del cine de terror y justo recibí un comentario de Joaquín cuestionando el origen de mi gusto por estos temas e imágenes. Creo que sin responder por completo contesté que era una cosa estética, no que me pareciera hermoso o armonioso, pero que las imágenes tenían la fuerza con la capacidad de generar reacciones emocionales y físicas. Una ex novia se quejaba cada vez que la llevaba a ver una peli en la que sufría,  argumentando que no tenía ninguna necesidad de ir a pasarla mal al cine. Me llevó mucho tiempo entender por qué le molestaba tanto y después entendí que a mí me gusta el rango entero de emociones, que salir deprimido, horrorizado y hasta perturbado de una película es parte esencial de la experiencia de ir al cine, si las cosas no me mueven con fuerza, no valen la pena y de la misma forma hay gente que justo quiere ir al cine para escapar del rango amplio de emociones que hay en la vida, que justo quiere entrar en estado de calma y reír un rato o simplemente sentirse bien al final.

Advertencia: Esta es la parte del blog que se pone explícita, morbosa y asquerosa.

The Human Centipide 2: Full Sequence es la secuela a la primera peli de Tom Six sobre la creación de un ciempiés humano pegando las bocas de unas personas a los anos de otras. En esta ocasión, el degenerado que busca crear esta criatura lo hace con 12 personas en vez de 3. El pretexto para la segunda parte es bastante flojo, Martin, un guardia de seguridad de un estacionamiento está obsesionado con la película original, al punto de  replicarla en la vida real. Los aciertos del director en esta segunda parte son bastante claros, el blanco y negro y el diseño de audio crean una atmósfera pesadillesca bastante similar a la de Eraserhead de David Lynch, además el casting del actor principal, es de verdad angustiante. Laurence R. Harvey es una persona que claramente se quedó a la mitad de la creación de ser un ser humano, como si fuera un prototipo que fue desechado antes de ser terminado. Uno puede ver la peli y en momentos creer que está soñando algo tan terrible que es bastante angustiante no poder despertar.

Lo triste es cómo alguien que tiene talento para construir atmósferas, y una idea lo bastante grotesca para perturbar a su audiencia, termina cediendo toda su creatividad al camino fácil . Martin es una caricatura mal dibujada, a diferencia del terrible doctor Heiter de la primera parte. Aquí sí nos enteramos un poco más del villano, sabemos que tiene un grado de retraso mental, que fue abusado sexualmente por su padre y que su madre probablemente vio Carrie de Brian de Palma varias veces y emula a la madre de la chica telequinética, es decir, Martin tiene todo el potencial y las razones para ser un depravado, lo cual a ratos se vuelve un tema repetitivo y sobre desarrollado que más que convencernos de los motivos del personaje, nos hace pensar que el director no tenía suficientes secuencias para que la película alcanzara la duración de un largometraje. Los gritos contantes de la madre de Martin, sus castigos y la terrible relación que tiene con el psiquiatra de su hijo no logran generar la tensión necesaria como para descifrar algo de la psicología del personaje, el momento en que es asesinada carece de clímax dramático y se vuelve sólo pretexto para un gore bastante chafa.

La peli es muy explícita, desde las masturbaciones de Martin, hasta los procedimiento quirúrgicos que realiza para crear su ciempiés, en varios momentos logra imágenes de verdad perturbadoras, pero en muchos otros se decide simplemente por lo asqueroso, se requiere de creatividad para lograr imágenes que, por encima de su putrefacción, logren penetrar en un concepto aterrador y al parecer Tom Six se conforma con lograr esto en 1 de cada 5 de sus propuestas. Pero la cinta no sólo falla por simplona en su propuesta perturbadora, también llega a excesos ridículos. En la primera entrega de la serie,  el momento en que demuestra como funciona un solo sistema digestivo a partir de las uniones boca-ano, es asqueroso, pero el sufrimiento de los personajes lo hace de verdad impresionante, las nauseas que podría provocar la escena son superadas por el horror que causa el concepto. En esta segunda parte el momento es simplemente ridículo, después de proporcionar laxantes en grandes cantidades para iniciar la cadena, la peli parece cambiar de canal y convertirse en comedia de adolescentes al peor estilo de Scary Movie, donde todo el momento que tememos, se convierte en un pésimo chiste escatológico que rebaja la tensión a algo mucho más ordinario y hasta vulgar. Finalmente hacia los últimos minutos el director se ha metido en un embrollo tan complicado de terminar, que empiezan a suceder cosas sin sentido, tanto físicas como dramáticas. En el más absurdo de los momentos uno de los miembros del ciempiés escapa en auto mientras da a luz a un bebé.

La peli es tan popular que recibió reseñas en casi todos los medios importantes gringos, muchos cuestionando la necesidad de que existan cintas como ésta y unas pocas celebrando la fuerza y la osadía de la realización. Yo creo que no es una peli para todo mundo, aún si sólo pienso en mis amigos que disfrutan del género, creo que puedo pensar en dos, quizá tres que aguantarían hasta el final y puede ser que un par más que por morbo y ganas de demostrar que tienen un estómago fuerte. Pero también creo que vale la pena explorar los limites de temas sobre le control, obsesiones sexuales depravadas y crear imágenes fuertes que generan reacciones fuertes, pero no creo que Six haya hecho su mejor esfuerzo y se conformó con hacer porno para Mel Gibson (quien seguramente podría tocarse de forma inapropiada toda la peli), sabiendo que la mayor parte de la gente la encontraría demasiado extrema. Por lo pronto ha juntado suficiente dinero como para hacer una tercera parte. A ver qué tal.

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jueves, 22 de marzo de 2012

Íra N


Si uno busca en Google el nombre Marco Cancino, aparecen sitios y cuentas de redes sociales de un comentador de futbol de Televisa, un poco más abajo encontramos al Marco Cancino del que quiero hablar, un brillante politólogo egresado del ITAM que ha trabajado para el CIDAC, el Instituto Nacional de Migración,  y un lugar que hacía tortas en Madrid. Yo lo conocí por coincidencia un día que hablamos de cine y descubrimos que por lo menos teníamos eso en común. Muy pronto se convirtió en un gran compañero de muestras de cine, proyecciones oscuras y caseras. Con él, organicé un ciclo de pelis en la universidad, y durante mis años de estudiar cine, fue una de esas personas que me hacían sentir bien por mi pequeños proyectos estudiantiles. En una visita que hizo a Nueva York, encontró un lugar que terminaría aportando fondos para un cortometraje que se llama Tótem Insecto. Puedo decir con seguridad que Marco era uno de mis amigos cinéfilos favoritos.

Daniel Auteuil es un actor francés que es como la versión europea de Adam Sandler, es decir, cada película que hace es un repetición del mismo personaje en una trama distinta, así como Sandler es hijo del diablo, cantante de bodas  o hermana gemela de él mismo, Auteuil siempre le hace de un tipo solitario que en una peli tiene que conseguir un amigo, en otra criar un hijo con síndrome de down y en una especial a un hombre que pretende ser gay para que no lo corran del trabajo. A mi amigo Cancino le gusta mucho la última peli que mencioné, la tiene en su casa y cada vez que ve algo de cine de “arte” que considera aburrido, regresa a su casa y se ríe con las peripecias de Francois Pignon. Sucedió cuando intentamos ver Last Days de Gus Van Sant y cuando le recomendé Luz Silenciosa de Carlos Reygadas. Debo decir que no soporto los últimos 10 años de cine francés, ni en sus dramas repetitivos, ni en sus comedias inteligentes, mucho menos en sus aberraciones de acción. Aunque debo admitir que los contados casos que disfruto, los puedo poner muy alto en la lista de buenas películas.

Los oscares dan un premio a mejor película en un idioma extranjero, lo que incluye pelis que no se hablen en inglés sin importar el país que las produce. La cinta francesa The Artist, pudo ganar mejor película porque los cartones negros están en inglés y la peli gringa de Mel Gibson sobre el sadomosquismo de Cristo, tendría que entrar en la categoría de película en idioma extranjero, por estar en arameo. Esto puede llevar a pensar que toda peli que no está en inglés, es cine de arte porque no se hizo dentro de Hollywood, de ahí que cosas como Le Plecard, pasan como películas buenas o importantes. Alguna vez dije que preferiría ver una y otra vez Austin Powers: The Spy Who Shagged Me antes que volver ar ver la peli que reconforta tanto a mi amigo Marco, seré muy simple, pero encuentro los chistes más graciosos y la propuesta visual más interesante. Le Plecard no ganó ningún premio internacional importante, pero si define la actitud de solemnidad con la que recibimos películas no inglesas, en especial las que ganan el oscar a mejor película extranjera.

Como en toda la historia de los oscares, hay todo tipo de resultados en el premio  a la peli no hablada en inglés, los ridículos (Antonia, 1996), los bien merecidos (El Secreto de Sus Ojos, 2000), los obvios (La Vitta e Bella, 1999), los sorpresivos (No Man´s Land, 2003), los cursis (Kolya, 1997), y este año al parecer la categoría sería premio político (A Separation, 2012).

El cine iraní es poco y es difícil que llegue a muchos lados, entre presupuestos y restricciones a la libertad de expresión, queda poco margen para que se cree una industria grande con distribución mundial, por esto resulta siempre un evento importante cuando llega a occidente una de sus historias. La primera peli iraní que vi en mi vida se llama El Globo Blanco y recuerdo que me impresionó mucho la sencillez de un guión que contaba una historia redonda sin huecos y lo poco que sabía yo sobre la vida en Irán, al parecer la gente de allá encuentra su vida bastante cotidiana, había poco malestar político y nadie parecía estar sufriendo, más bien daba al impresión que hay una vida por allá además de la que vemos en los noticieros. Después descubrí al gigante Kiarostami, quien puede ser ya considerado más cineasta del mundo que de su natal Irán. En su caso, no sé que tan representativo sea de su cultura y costumbres porque su estética y obsesiones corresponden a asuntos más etéreos que terrenales, pero sin duda es una las figuras más relevantes del cine hoy en día.

La Separación, es mucho más representativa de un Irán hoy en día, la historia parece simple, una pareja decide divorciarse y pelear por la custodia de su hija, quien vive con el padre en lo que se toman decisiones finales. El abandono de la mujer del hogar comienza a presentar una serie de dificultades en la vida diaria que acaban complicando la existencia del protagonista al punto de llegar a un conflicto legal por ser causante de un aborto. La cinta retrata una sociedad que parece, por lo menos en la peli, más abierta de lo que creemos y un país más civilizado del que parece en CNN. Justo por esto, creo que gana el premio de la academia, por mostrar un lugar que no está lleno de campos de terroristas ni manifestaciones anti yanquis, justo en una época donde la invasión puede convertirse en algo inevitable. La peli recibe un premio para ver si logra que más gringos vean las coincidencias que tienen con el pueblo al que amenaza tanto su libertad.

La peli no es la típica ganadora del oscar, es una historia mucho más cotidiana donde se formulan las cuestiones familiares, espirituales y legales de una sociedad que no se ve a si misma como peligrosa o retrograda.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Una y otra vez parte 3


Cuando mi amigo Manlio empezó a hacer su lista de 48 discos una de las cosas que me puse a pensar fue justo mi lista de discos y en cómo no ha cambiado mucho la forma en que me obsesiono con un disco y lo escucho constantemente igual que en mi adolescencia. Puedo asegurar que cuando descubrí el Master Of Puppets de Metallica, no paré de repetirlo una y otra vez, así sucedió con el Kid A de Radiohead casi 10 años después y hoy con el Teen Dream de Beach House que me regaló mi cuñado Manolón en navidad. En cambio, haciendo la lista de pelis, me doy cuenta que aunque no ha cambiado mi manía obsesiva de ver algo que me gusta o me inquieta una y otra vez, si es mucho menor el tiempo para verlas, por el trabajo, el mundo y la enorme cantidad de formas que hay para ver pelis el día de hoy. Casi todas las pelis de esta última parte las he visto mucho menos que las mencionadas en las dos entregas anteriores, pero aún para estándares de hoy en día, han causado grandes obsesiones y repetición de reproducciones.

1.     Persona de Ingmar Bergman

La primera peli que vi del realizador sueco, fue por disciplina, hay que ver a Bergman si a uno le gusta el cine. Debo decir que he descubierto que su cine se disfruta más y más conforme uno crece, en el caso de Persona no tuve que esperar, desde la primera vez que la vi sentí que estaba frente algo tan poderoso que había que ver una y otra vez para poder entenderlo y apreciarlo en su totalidad. La sigo viendo.

2.     Being John Malkovich de Spike Jonze

El título de la ópera prima de Spike Jonze me causó una curiosidad inmensa, no era un documental sobre el actor, era una ficción que suponía un portal dentro de la cabeza de Malkovich. La peli resulta una de las pelis más originales y creativas que han salido de Hollywood en muchos años.

3.     Donnie Darko de Richard Kelly

Cuando vi esta peli en el cine, tuvo un efecto irrelevante en mí, me gustaron un par de cosas, pero no pensé ni siquiera que me había gustado. Un par de semanas más tarde se me clavó en la cabeza, de pronto no podía dejar de pensar en viajes en el tiempo y conejos satánicos que contaban los segundos para el fin del mundo. La segunda vez que la vi, causó el impacto que me obliga hasta hoy a ponerla varias veces.

4.     Requiem for a Dream de Darren Aronofsky

Éste es uno de esos ejercicios de estilo que van cobrando forma conforme se desarrolla la historia. Si uno sólo ve la primera media hora parecería que estamos frente al director cumbre de la generación MTV y después se va poniendo fuerte la peli, los últimos 30 minutos generan tal angustia que yo pensé que si la peli no paraba pronto, me iba dar algo. La reacción física que causó en mi cuerpo, me obligó a sentarme una y otra vez a entender.

5.     Mulholland Drive de David Lynch

Quizá la peli que más veces he visto en mi vida, para mí es el equivalente a esa canción que uno pone siempre para sentirse mejor o para sentirse peor. Me parece, con todo y sus fallas, la obra más emocional de Lynch, la que me sube a la montaña rusa de su cine y me deja agotado escuchando la palabra SILENCIO.

6.     Viridiana de Luis Buñuel

El cine de Buñuel es verdaderamente una delicia, el señor tiene un sentido del humor increíble y aunque tiene sus temas y obsesiones muy claros, nunca se los toma tan en serio. Viridiana es como un comentario sarcástico que mientras más lo piensa uno, se vuelve más increíble, cada vez que la veo, la encuentro un poco más simpática y al mundo un poco más ridículo.

7.     In the Mood for Love de Wong Kar Wai

El esquema de producción del director de Hong Kong es quizá el más libre en la historia del cine, filma todas las versiones posibles del guión, no sólo tiene diferentes finales, tiene diferentes desarrollos para una premisa y luego en la edición decide. Nunca nos muestra lo que no está la peli, ni en extras de colección. De ahí me obsesiona la tragedia amorosa de los personajes de la cinta, sé que existió por lo menos unos meses la posibilidad de que el amor funcionara para ellos.

8.     Heaven de Tom Tykwer

La cinta sonaba como una mala idea de principio a  fin, un guión no terminado de Kieslowski, dirigido por el realizador de Lola Rennt sobre un policía que se enamora de una mujer que pone una bomba para asesinar un narcotraficante pero termina matando unas niñas. Y sin embargo el resultado es muy lindo, conmovedor, de esas pelis que me siento obligado a mostrar una y otra vez a quien nunca la ha visto.

9.     Dogville de Lars Von Trier

El primer cuento sobre Estados Unidos de Von Trier es raro, experimental, manipulador, pretencioso y sólo él podría lograr que funcionara. Como Kubrick, aquí podrían aparecer varias de las pelis del realizador danés, pero debo decir que ésta es la que me causó una obsesión técnica muy grande y una respuesta violenta a final hermosamente narrado por John Hurt.

10. Reconstruction de Christopher Boe

Otro danés con altas pretensiones, pero con un estilo absolutamente diferente. Esta historia de amor es compleja, rara, enternecedora y demoledora al mismo tiempo, la forma de la peli es una de esas cosas únicas en estructura narrativa. La peli parece que a ratos está consciente de sí misma y esto, en lugar de hacerla artificial, la hace más dolorosa, sobre todo por que nos recuerda que todas nuestras historias de amor no son más que una ficción y sin embargo duelen.

11. Last Days de Gus Van Sant

Como fan de Nirvana, la noticia de una reconstrucción de los últimos días de la vida de Kurt Cobain, sonaba espectacular, el resultado es muy poco recomendable para quienes buscan biografías o detalles sobre la muerte del cantante y guitarrista. En cambio, la cinta es un ejercicio de sutileza y ritmo, donde vemos de forma muy subjetiva a un artista en sufrimiento, en introspección absoluta, una obra emocional donde más que intentar explicar o recrear un evento, lo quiere mostrar sin manipulaciones u opiniones, simplemente con la tristeza que viene cuando alguien pierde las ganas de vivir.


12. Oldboy de Chan Wook Park

La peli empieza con una premisa que daría por si sola para un película, un hombre es encerrado 15 años en una cárcel privada sin recibir explicaciones. Después la peli elabora un estilo increíble para movernos en el espacio temporal de la historia, la violencia es gráfica e impactante y el final es una de las cosas más perturbantes que he visto en mi vida. Aún con los hoyos que tiene el guión es una peli impactante.

13. Children of Men de Alfonso Cuarón

Los avances de esta peli, prometen poco, una historia entre acción y ciencia ficción, que no parece pueda tomar giros interesantes. Me senté en la sala con pocas expectativas, esperando una peli decente del director mexicano. Y luego empieza la peli con un plano secuencia impresionante y cruel, el desarrollo es impecable y la colaboración Cuarón-Lubezki da como resultado uno de las pelis más impresionantes en términos de realización que he visto en mucho tiempo. Sus planos secuencia son razón suficiente para verla varias veces.

14. À l'intérieur de Alexandre Bustillo & Julien Mauri

Hablando de ésta peli inició éste blog; violencia, derroche de sangre y absurdo total. La reacción de la gente que la ve es tan fuerte, que cada vez que alguien está dispuesto a verla, me siento con ellos, sólo para admirar la fuerza con que la peli golpea al espectador y le produce náuseas, ascos, shocks y sensación de pesadillas inminente.

15. Stellet Licht de Carlos Reygadas

La peli mexicana sobre menonitas en Chihuahua, hablada en un dialecto derivado del alemán, es a mi gusto, la mejor cinta hecha en nuestro país, es visualmente hermosa, la historia es sencilla, pero llevada por los actores a una emotividad impresionante y los diálogos son pocos, pero justo porque sólo se dicen las palabras necesarias para ser contundente cada vez que quiere contar lo complejo, absurdo y doloroso que es enamorarse a costa del dolor de otros.

Así cierro mis 50 pelis, pensando que Drive podría entrar pronto a list, o que Antichrist sacará a Dogville y Submarino de Thomas Vinterberg sigue dando vueltas en mi cabeza después de verla una sola vez y eso amerita varias revisiones más. Quizá en el futuro valdría la pena hacer un update.









miércoles, 7 de marzo de 2012

Una y otra vez parte 2


Cuando era adolescente, comencé a tener respuestas programadas que me definían como persona, mi comida era la carne, mi música el metal, mi cine el violento,  y empecé a creer que los gustos eran excluyentes, por ejemplo, si me gusta tanto la carne, no podía nunca querer una pasta, escuchar una cumbia está prohibido en el manual del metalero; cine con finales felices, paisajes épicos y Julia Roberts era automáticamente descartable, sin ningún tipo de valor. Una de las cosas lindas de crecer es que el mundo te va forzando a aceptar lo grande que es y poco a poco aceptas que puede haber calidad en todos lados, lo cual no quiere decir que estemos rodeados de calidad, todo lo contrario, pero tocar metal no es necesariamente bueno y hay unas cumbias bien chidas. Sigo siendo bastante intolerante con muchas cosas, pero creo que las que me gustan pueden cubrir un espectro bastante plural de lo que el mundo al que tengo acceso puede ofrecer.

Parte del reflejo de lo que escribí arriba es esta lista que empecé la semana pasada, cuando la estaba haciendo y repasando las pelis, me di cuenta que orgullosamente hay de todo un poco y que las que se podrían agregar en el futuro siguen siendo un reflejo del de todo un poco.

Continuamos.

1.      Dead Man de Jim Jarmusch

La cinta esteralizada por Johnny Deep, es el pretexto perfecto para ver un peli una y otra vez. La cantidad de referencias, niveles que tiene el guión e imágenes que incluyen pequeños detalles, se presta perfecto para encontrar cosas nuevas en cada revisión y reinterpretar significados varias veces.

2.      The Big Lebowski de Joel & Ethan Coen

La historia del Dude no es sólo la película más chistosa que he visto en mi vida, llena de frases que no me canso de citar y repetir, además tiene una de las actuaciones más increíblemente menos apreciadas por todos los premios del mundo, Jeff Bridges es de verdad genial en el personaje, además de incluir todas las maravillas de estilo y experimentación de la que sn capaces los Coen.

3.     Ran de Akira Kurosawa

La primera vez que vi esta adaptación del Rey Lear  lo hice por disciplina, estaba empezando a ver cine viejo, conocer a los grandes maestros y con toda la flojera que me daba, me senté y después de 3 horas quedé impactado con lo que se puede hacer con una cámara y película a color. Toda épica que había visto de Hollywood hasta ese día era sólo una mala copia de esta obra del realizador japonés.

4.     Leningrado Cowboys Go America de Aki Kaurismaki

Estoy convencido que si alguien le gusta el cine y quiere empezar a ver cosas diferentes de lo que se proyecta en las salas comerciales, esta historia de la peor banda de rock de la historia es la forma perfecta de introducir gente a un mundo diferente, sumamente divertido y original. Un MUST SEE.

5.     Happiness de Todd Solondz

La obra de Solondz no es para todo mundo, tiene un humor muy cruel que puede rayar en el límite de lo moralmente cuestionable. La primera vez que la vi, me saqué tanto de onda que salí del cine sin ganas de comentar la peli, se quedó en mi cabeza varios días y regresé al cine. Poco a poco la fui disfrutando más y más, entendiendo el solitario mundo desde donde el director ve el mundo.

6.     Evil Dead de Sam Raimi

Esta peli la vi en una de esas salas de cine de culto, que proyectan pelis de terror a media noche y debo decir que cuando terminó me pregunté ¿dónde has estado toda mi vida? Es un peli violenta, aterradora, muy chistosa, reflejo de una época entera, obra de un director que no tenía la menor idea que terminaría dirigiendo terribles versiones del Spider-Man y por lo tanto no tenía ganas de cuidar su carrera.

7.     Fear and Loathing  in Las Vegas de Terry Gilliam

Casi toda la obra de Gilliam merece revisarse una y otra vez, su estilo visual y originalidad e historias son un ejemplo increíble de lo que el cine es capaz, pero su adaptación de la novela de Hunter Thompson es una experiencia sensorial, ver esta peli es lo más cercano que hay a experimentar drogas sin romper una sola ley.

8.     Dead Ringers de David Cronenberg

No es la mejor peli del director canadiense, ni mi favorita de él; sin embargo resume perfectamente su filmografía y obsesiones, es mi carta favorita para presentar a Cronenberg a alguien que nunca ha escuchado de él. Si uno disfrutó la peli, no hay forma que no quieras ver más y más de su obra.

9.      Notorious de Alfred Hitchcock

Cuando leí que esta peli era la favorita de Woody Allen de todas las de Hitchcock, corría verla y no decepciona, es perfecta, un principio increíble,  quizá la única peli donde los malos son nazis, que no me mata de gueva hoy en día.

10. Rushmore de Wes Anderson

Para mí, esta peli es el mejor Anderson posible, divertido, interesante y es justo antes de que se volviera un realizador perfecto, con encuadres exactos,  fotografía precisa y guiones redondos. Rushmore es anterior a todo lo cool que se volvieron los geeks encabezados en esta peli por Jason Schwartzman, es una peli linda y cruel, que sirvió de pretexto a una generación entera de cineastas independientes para que hicieron todas esas pelis que se balanceaban cómodamente entre la ternura y la comedia.

11. La Strada de Federico Fellini
Fellini hizo un montón de películas increíbles, de hecho lo mejor de su carrera creo que está cuando dejó el neorrealismo y empezó a filmar sus sueños. Sin embargo, Giulietta Masina en esta cinta crea el personaje más adorable y entrañable que se puede lograr en una película y aún con la crueldad con la que el guión la trata, yo no puedo evitar volverla a ver y entender perfecto por qué Fellini se casó con ella.

12.  Todo Sobre mi Madre de Pedro Almodóvar

No lloro mucho en películas, pero cuando una lo logra, se convierte en una constante en mi vida, lloro cada vez que la vuelvo a ver, sin excepción y en los mismos momentos. Almodóvar cuenta una peli que, de forma retorcida, es para todo mundo, desde mis familiares que disfrutan pelis emotivas, hasta amigos muy darks que generalmente odian al director español.

13.  Crumb de Terry Zwigoff

Este documental me inició en la costumbre de ver el género con más posibilidades que las informativas y educativas. Es uno de esos casos donde la realidad supera por mucho a la ficción, la familia Crumb es un mosaico de personalidades que no le creería a ningún guionista que existen de verdad.

14. Metropolis de Fritz Lang

Si esta peli no existiera, hoy en día no le hubiera dado oportunidad a ninguna cinta muda, toda mi experiencia desde Chaplin hasta Einsestein, empieza con esta increíble versión del año 2026, una de esas maravillas que explican por qué existe el género de la ciencia ficción.

15.  Fight Club de David Fincher

David Fincher es un cineasta sólido en la realización, irregular en su obra general, en su filmografía hay pelis increíbles, aburridas y nefastas. Fight Club es una de las buenas, no sólo la forma en la que pone en imágenes una novela que desgarrada de forma muy introspectiva al personaje principal, sino el despliegue visual durante toda la historia. Mi obsesión fue tan grande con esta peli, que he leído 6 libros más del autor de la novela, buscando el rush que me causó Tyler Durden.

Por razones laborales, voy a tener que detenerme aquí, y hacer una tercera entrega para terminar la lista.

Continuará…