jueves, 2 de agosto de 2012

De Roma a Tijuana


Mi amigo Stephen es un compañero de escuela, estudiamos cine juntos y hace poco terminó su primer largometraje. Motion Sickness es una peli que me cuesta trabajo analizar objetivamente porque trabajé en la mayor parte de su realización y por lo tanto me es imposible separarme de los recuerdos, cuestiones técnicas y gente que fueron parte de la experiencia. Hace poco leí un artículo que publicó una revista en línea sobre el estreno de la cinta en un festival californiano (http://www.hollywoodinvestigator.com/2012/motionsickness.html). En uno de los momentos del artículo, el autor hace referencia a fragmentos de una conversación que tuvo con el director de la peli, en donde rápidamente menciona a 3 influencias claras en la peli, David Lynch, David Cronenberg y Darren Aronofsky, lo cual no es sólo claro la ver la cinta, además recuerdo que son directores que fueron una constante en nuestras conversaciones sobre cine.

Cuando me preguntan por mi director favorito, generalmente respondo David Lynch, quizá porque Mulholland Drive es la peli a la que más regreso en momentos específicos de mi vida, pero si se tratara de hablar de influencias temáticas y visuales no puedo decir que tengo una respuesta tan clara, el último cortometraje que hice, está lleno de referencias a John Carpinter y a las primeras pelis de Sam Raimi, pero no puedo decir que ese sea el cine que más me mueva o me motive. Soy fan total de Halloween y de Evil Dead,  visualmente intenté emular muchas cosas que vi en esas películas, aunque la temática no sea exactamente parecida. Cuando pienso en todo esto, me acuerdo que Kubrick decía que la única clase de cine que vale la pena es una comparación entre Chaplin y Einsestein, el primero era un director muy sencillo, su estilo no es nada especial, filmaba de la forma más típica y convencional posible, pero las acciones que sucedían en pantalla eran muy divertidas e interesantes. En cambio el realizador ruso fue uno de los mayores creadores del lenguaje cinematográfico, su estilo visual mejora con cada peli, sus propuestas eran cada vez más innovadoras y hacían de la experiencia de ir al cine, una cosa retadora visualmente, pero siempre estuvo limitado en sus historias por la dictadura comunista, reduciendo sus pelis a propaganda política. Kubrick decía que lograr integrar estas dos formas de hacer cine era a lo que debía aspirar todo cineasta.

Siguiendo mi tren de pensamiento, quiero escribir sobre dos películas muy diferentes, pero de dos directores que podrían ser un símil contemporáneo a lo que decía Kubrick.

Woody Allen es uno de los cineastas más importantes en al actualidad, no sólo por ser el único director que hoy en día realiza una peli por año desde hace 45 años, sino porque con el paso de ese tiempo ha refinado un estilo visual y dramático propio y reconocible para su audiencia. Es rara la vez que el realizador de Nueva York nos sorprenda con un largo nuevo en cuestión de tomas, e incluso cuando lo hace es sólo una versión extrema de la forma en que filma habitualmente. Sin embargo, sus historias están llenas de originalidad, diversión, fuerza y diálogos estupendos.

Oliver Stone es un director bastante desigual, tiene unas películas excepcionales y  otras bastante cuestionables, sin embargo durante mucho tiempo ha ido desarrollando un estilo visual en varias de sus cintas bastante único e innovador. Sus historias casi siempre cojean de romanticismo excesivo y opiniones demasiado radicales sobre los temas que trata, él mismo reconoce que está más interesado en la forma de contar la historia que en la historia misma. En esta semana pude ver las últimas pelis de estos dos directores.

Woody Allen se ha cansado de Nueva York, tiene ya varias cintas que ha decidido filmar en Europa, empezó por Londres, pasó por Barcelona, se ganó un Oscar con una fantasía en París y hoy le tocó a Roma, la urbe italiana que fue personaje central de cine de Fellini. To Rome With Love es una peli floja, sigue a varios personajes en la capital italiana. Está la historia de la pareja italiana provinciana que no puede con la gran ciudad, la del arquitecto millonario que recuerda su pasado romántico e idealista, la del italiano que parece ser la antítesis del Proceso de Kafka donde el personaje se vuelve famoso y asediado sin explicación alguna  y la del gringo que quiere transformar en cantante de ópera a su consuegro que sólo canta bien en la regadera. Ninguna de las historias mencionadas se relaciona con otra, lo único que tienen en común es la ciudad donde suceden. A ratos da la impresión que Allen pegó cuatro guiones que prometían como idea original, pero no alcanzaban para una película completa y con muchas ganas de filmar en Roma y una par de adaptaciones para hacer referencias ingeniosas a la cultura local, se convirtieron en el nuevo proyecto de Woody Allen. Justo esto es el principal problema de la cinta, que realmente nunca amarra, es decir, le dedica tan poco tiempo a cada fragmento que ninguna termina por atraparnos o por desarrollarse lo suficiente para hacer un punto, quizá la historia del famoso es la que mejor funciona en este formato, la de la pareja y la de la ópera se quedan cortas, pero la verdad es que no tendría ningún interés en saber más de ellas; la del arquitecto es quizá la más compleja pero se parece tanto a otros guiones del mismo autor que se vuelve completamente predecible. Todo esto nos deja con una cinta débil, muy bien casteada, bien actuada, bien filmada pero un poco sin chiste. Aún así, el director de casi 77 años logra mantener la dignidad durante toda la peli, parece que él mismo está consiente de la debilidad de su guión y justo por eso desaparece cualquier pretensión y la peli acaba en un tono justo y lógico, no hay intentos terribles por hacer de esta historia algo que no es; al final ese esfuerzo sigue siendo mejor que casi todas la pelis que veo generalmente.

Oliver Stone parece haberlo dado todo, el estilo visual que lo caracterizaba se  estancó y más bien parece que va para atrás, Savages es una de las pelis más mediocres e irritantes que ha realizado un director importante en mucho tiempo, esto es mucho decir tomando en cuenta que no tiene tanto que Stone hizo Alexander. La cinta inicia mal, una voz en off absolutamente innecesaria que pertenece a una mujer que es personaje esencial de la historia nos explica lo que estamos viendo en pantalla, lo cual está de más porque nada es así de complejo. Pero el problema principal con nuestra narradora es que parece ser omnipresente, sabe todo de todos, aunque se pase la mayor parte de la peli encerrada en un cuarto y no tenga contacto alguno con varios de los personajes que describe en la peli. Esto no sería tan grave si la historia avanzara a algún lugar interesante, pero sólo se arrastra en secuencia tras secuencia abusando de clichés y retratando mitos mal entendidos sobre la crueldad de las cárteles mexicanos. No hay un solo personaje con el que nos podamos identificar, los malos son caricaturas mal pintadas y los buenos son absolutamente insoportables, en su historia, en su desarrollo y en sus actuaciones. La película carece totalmente de lógica, los muchachos chichos fuman mota hasta en los momentos donde se requiere más concentración y los malos, que son capaces de idear planes espectaculares en un principio, caen siempre en las trampas más tontas, la red de traiciones y vueltas de tuerca se establece sin ningún intento de construcción, simplemente suceden cuando parece que el argumento se topó con una pared y es hora de llevarlo en el sentido contrario. Incluso el final resulta ser una especie de broma mal contada donde al estilo total de Wayne’s World, el director aplica el Deus Ex machina más chafa de la historia y cambia del final lógico al final feliz sin pasar por el final Scooby Doo. Si todo esto no fuera suficiente, la primera vez que leí que existía esta cinta, incluía una entrevista de Stone dando su opinión sobre el narco en México, lo cual me hace pensar que el señor cree que hizo una cinta relevante para aportar algo a la discusión de la violencia generada por los cárteles y me doy cuenta que el director de JFK es incapaz de guardar un poco de dignidad.

Creo que casi todos los directores tiene en su obra alguna peli mala, algunos fallan intentando hacer cosas demasiado ambiciosas, otros deciden esforzarse menos en un guión que quizá no merece toda su capacidad, algunos hacen lo que pueden con proyectos controlados por gente ajena al proceso de filmación. Existen los que nunca se recuperan del tropiezo y los que regresan de forma impresionante, lo preocupante es cuando un cineasta falla y no es capaz de darse cuenta que necesita dar una vuelta para tomar otro camino.





To Rome With Love:
http://www.youtube.com/watch?v=WIbYqxqtP38

Savages:
http://www.youtube.com/watch?v=KC2zbOwbeEs

1 comentario:

  1. No cabe duda que 'ignorance is bliss'. Vi la película de Woody Allen y me encantó! Soy lo suficientemente ignorante para disfrutarla enormembente pero no tanto como para no entender las referencias. De cualquier manera me gustó más Midnight in Paris.

    Saludos!

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