Frecuentemente me sucede que cuando recomiendo
una película la gente me pregunta de qué se trata. Esa es una de las preguntas
que más odio en la vida, no es que mi recomendación deba ser suficiente para
que alguien vea una peli, o que pasa es que, por una lado, a mí me choca que me
cuenten las pelis, mientras menos sepa antes de que se apaguen las luces mejor
y, por el otro, creo que la dirección influye mucho en la forma en la que se
cuenta una historia. Un buen ejemplo de esto es Amelie de Jean Pierre Jeunet, en papel es la historia de una chica
linda e inocente que decide hacer mejor la vida de quienes la rodean, en lo
personal ese cuento me da flojera, pero al ver la cinta se puede descubrir
mucho más. La forma es complento total del fondo en cuanto al cine, no sólo se
trata de que el guión sea bueno, eso es únicamente el primer paso para hacer
una buena película, además es necesario que el equipo de filmación logre
capturar imágenes llenas de decorados, vestuarios y luces que den paso a una
post producción que permita al editor, diseñador de sonido, músico, etcétera,
la oportunidad de armar una pieza que por lo menos funcione, lo ideal es llegar
a crear algún tipo de sentimiento, de perecepción, incluso con lo que odio el
concepto, llegar a dar un mensaje. Por esto, casi siempre mi primera pregunta
cuando alguien me recomienda una peli es quién la dirirge, simplemente porque
el realizador de una peli es la persona que coordina y tiene decisiones finales
sobre todos los aspectos de la película, desde detalles del guión, colores en
pantalla, tonos de la actuación, hasta estilo de edición y selección de la
banda sonora.
Histórcamente los directores que tienen más libertad
creativa sobre sus películas son aquellos que pagan por sus cintas; sin embargo,
la experiencia demuestra que al día de hoy, los directores que recientemente
financiaron sus pelis (ni Mel Gibson, ni Steven Spielberg, ni George Lucas) no tienen
intención de correr riesgos, hacer algo especialmente original o siquiera
diferente a lo que harían con dinero de otras personas. Luego están los que han
dado batallas por terminar su película a su modo, Terry Gilliam, Ridley Scott y
Luis Buñuel han peleado para conservar la historia que quieren contar intacta
de las manos de las grandes casas productoras que después de haber invertido
mucho dinero no quieren correr el riesgo de finales ambiguos o tristes. Después
vienen los directores independientes, que sacrifican parte de su presupuesto
para realizar una película personal bajo sus propias reglas, los David Lynch, Woody
Allen o Jean luc Godard del mundo son quienes genralmente intercambian los problemas
de financiamiento por la libertad creativa. Finalmente están todos los demás
realizadores que a veces comprometen su obra y a veces venden su trabajo a
cambio de poder hacer algo más interesante en un futuro próximo, en esa lista
caben desde Martin Scorsese hasta Alfonso Cuarón. Analizando todos los tipos de
directores me vienen dos excepciones a la mente, la primera es Stanley Kubrick
que después de la experiencia con Spartacus
decidió no volver a filmar sin tener control total de la forma y fondo de
la peli y nunca aceptó recortes de presupuesto ni prisas por dinero, sus últimas
7 películas se hicieron bajo sus reglas y exactamente como él quería hacerlas.
La segunda excepción es Wong Kar Wai, realizador chino que tiene un esquema de
producción único en el mundo. El señor director se sienta a escribr un guión y
cada vez que hay que tomar una decisión sobre el camino que debe tomar una
historia decide dividir el guión en dos y explorar ambos caminos, esto se
empeiza a complicar cuando cada camino debe tomar otros y de pronto existen 10
versiones de la misma historia , las cuales se filman completamente, por lo
tanto las cintas más grandes de Wong Kar Wai tienen montones de finales no sólo
posibles, sino filmados e includo editados para que la decisión del camino que
debe tomar la película se tome con un producto terminado y una vez escogida la
versión de la historia que se presentará al público, las otras simplemente se
deshechan, no se usan para extras de DVD, ni para ninguna otra finalidad. Esto
hace al realizdor chino el director con más libertad en la historia del cine.
Todo este razonamiento aparece en mi cabeza
porque después de ver Ruby Sparks,
pensé que a la pareja de realizadores Jonathan Dayton y Valerie Farris les hubiera
convenido trabajar bajo el esquema de Wong Kar Wai. La cinta parte de una
premisa divertida, un joven escritor medio inadaptado, solitario y sumamente
neurótico comienza a enamorarse del peronaje principal de la nueva novela, después
de años de no publicar, se encuentra horas frente a la máquina de escrbir
describiendo una mujer a la que se siente conectado y no puede dejar hasta que un
día dicha mujer se materializa en su casa y se vuelve una persona real, entonces
la historia que estaba escribiendo se vuelve parte de su vida diaria. En principio,
la historia me recuerda a un cuento de Woody Allen donde el personaje principal
se obsesiona con Madame Bovary al punto de entrar en la novela para seducirla y
después sacarla del libro de Flaubert para llevarla a vivir con él. También
creo que la película que describo tiene una referencia clara a Stranger Than Fiction donde el personaje
principal descubre que su vida es parte de una novela donde su autora pretende
matarlo. En este caso, la cinta de los creadores de Little Miss Sunshine comienza
a tomar un camino original cuando parece que puede convertir la premisa en un
gran romance, no sólo una linda comedia romántica, sino de verdad una historia
conmovedora sobre el tiempo en que dos personas se enamoran. Sin embargo, de
pronto siento que el guionista tuvo frente a si mismo dos caminos, el primero
era continuar juagando con la relación increíble que estaba estableciendo entre
al autor y su obra, hacer una película donde el protagonista debe decidir entre
su obra y su felicidad y el segundo fue el moral, llevarnos al camino donde el
personaje aprende algo de sí mismo, cambiar y acceder a un final feliz por
medio de segundas oportunidades en la vida.
La cinta funciona, de hecho es una película
linda y la realización es buena, la fotografía impecable y Paul Dano una vez
más demuestra que es un gran actor capaz de cargar con el peso de una película
entera sobre sus hombros. No debería de juzgar la cinta por los caminos que no
tomó, pero desde que empezó a desviarse de la posibilidad de ser algo complejo,
nuevo y arriesgado fui sintiendo como la idea original se convertía en una anécdota divertida
en lugar de ser tema central de una película. No quiero revelar muchos datos
sobre el camino que toma la historia, la cinta es capaz de hacernos pasar un
buen rato y conozco a mucha gente que va a disfrutarla enormemente; no
obstante, creo que el camino que tomaron el guionista y los directores confirma
perfecto que describir una premisa no es suficiente información para saber si
una cinta vale la pena, es necesario que los autores tengan la capacidad de
comprometerse con sus historias y la visión de hacerlas memorables.
Trailer:
http://www.youtube.com/watch?v=W4RJYlSgDKM
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