miércoles, 15 de agosto de 2012

Ruby Martes


Frecuentemente me sucede que cuando recomiendo una película la gente me pregunta de qué se trata. Esa es una de las preguntas que más odio en la vida, no es que mi recomendación deba ser suficiente para que alguien vea una peli, o que pasa es que, por una lado, a mí me choca que me cuenten las pelis, mientras menos sepa antes de que se apaguen las luces mejor y, por el otro, creo que la dirección influye mucho en la forma en la que se cuenta una historia. Un buen ejemplo de esto es Amelie de Jean Pierre Jeunet, en papel es la historia de una chica linda e inocente que decide hacer mejor la vida de quienes la rodean, en lo personal ese cuento me da flojera, pero al ver la cinta se puede descubrir mucho más. La forma es complento total del fondo en cuanto al cine, no sólo se trata de que el guión sea bueno, eso es únicamente el primer paso para hacer una buena película, además es necesario que el equipo de filmación logre capturar imágenes llenas de decorados, vestuarios y luces que den paso a una post producción que permita al editor, diseñador de sonido, músico, etcétera, la oportunidad de armar una pieza que por lo menos funcione, lo ideal es llegar a crear algún tipo de sentimiento, de perecepción, incluso con lo que odio el concepto, llegar a dar un mensaje. Por esto, casi siempre mi primera pregunta cuando alguien me recomienda una peli es quién la dirirge, simplemente porque el realizador de una peli es la persona que coordina y tiene decisiones finales sobre todos los aspectos de la película, desde detalles del guión, colores en pantalla, tonos de la actuación, hasta estilo de edición y selección de la banda sonora.

Histórcamente los directores que tienen más libertad creativa sobre sus películas son aquellos que pagan por sus cintas; sin embargo, la experiencia demuestra que al día de hoy, los directores que recientemente financiaron sus pelis (ni Mel Gibson, ni Steven Spielberg, ni George Lucas) no tienen intención de correr riesgos, hacer algo especialmente original o siquiera diferente a lo que harían con dinero de otras personas. Luego están los que han dado batallas por terminar su película a su modo, Terry Gilliam, Ridley Scott y Luis Buñuel han peleado para conservar la historia que quieren contar intacta de las manos de las grandes casas productoras que después de haber invertido mucho dinero no quieren correr el riesgo de finales ambiguos o tristes. Después vienen los directores independientes, que sacrifican parte de su presupuesto para realizar una película personal bajo sus propias reglas, los David Lynch, Woody Allen o Jean luc Godard del mundo son quienes genralmente intercambian los problemas de financiamiento por la libertad creativa. Finalmente están todos los demás realizadores que a veces comprometen su obra y a veces venden su trabajo a cambio de poder hacer algo más interesante en un futuro próximo, en esa lista caben desde Martin Scorsese hasta Alfonso Cuarón. Analizando todos los tipos de directores me vienen dos excepciones a la mente, la primera es Stanley Kubrick que después de la experiencia con Spartacus decidió no volver a filmar sin tener control total de la forma y fondo de la peli y nunca aceptó recortes de presupuesto ni prisas por dinero, sus últimas 7 películas se hicieron bajo sus reglas y exactamente como él quería hacerlas. La segunda excepción es Wong Kar Wai, realizador chino que tiene un esquema de producción único en el mundo. El señor director se sienta a escribr un guión y cada vez que hay que tomar una decisión sobre el camino que debe tomar una historia decide dividir el guión en dos y explorar ambos caminos, esto se empeiza a complicar cuando cada camino debe tomar otros y de pronto existen 10 versiones de la misma historia , las cuales se filman completamente, por lo tanto las cintas más grandes de Wong Kar Wai tienen montones de finales no sólo posibles, sino filmados e includo editados para que la decisión del camino que debe tomar la película se tome con un producto terminado y una vez escogida la versión de la historia que se presentará al público, las otras simplemente se deshechan, no se usan para extras de DVD, ni para ninguna otra finalidad. Esto hace al realizdor chino el director con más libertad en la historia del cine.

Todo este razonamiento aparece en mi cabeza porque después de ver Ruby Sparks, pensé que a la pareja de realizadores Jonathan Dayton y Valerie Farris les hubiera convenido trabajar bajo el esquema de Wong Kar Wai. La cinta parte de una premisa divertida, un joven escritor medio inadaptado, solitario y sumamente neurótico comienza a enamorarse del peronaje principal de la nueva novela, después de años de no publicar, se encuentra horas frente a la máquina de escrbir describiendo una mujer a la que se siente conectado y no puede dejar hasta que un día dicha mujer se materializa en su casa y se vuelve una persona real, entonces la historia que estaba escribiendo se vuelve parte de su vida diaria. En principio, la historia me recuerda a un cuento de Woody Allen donde el personaje principal se obsesiona con Madame Bovary al punto de entrar en la novela para seducirla y después sacarla del libro de Flaubert para llevarla a vivir con él. También creo que la película que describo tiene una referencia clara a Stranger Than Fiction donde el personaje principal descubre que su vida es parte de una novela donde su autora pretende matarlo. En este caso, la cinta de los creadores de Little Miss Sunshine comienza a tomar un camino original cuando parece que puede convertir la premisa en un gran romance, no sólo una linda comedia romántica, sino de verdad una historia conmovedora sobre el tiempo en que dos personas se enamoran. Sin embargo, de pronto siento que el guionista tuvo frente a si mismo dos caminos, el primero era continuar juagando con la relación increíble que estaba estableciendo entre al autor y su obra, hacer una película donde el protagonista debe decidir entre su obra y su felicidad y el segundo fue el moral, llevarnos al camino donde el personaje aprende algo de sí mismo, cambiar y acceder a un final feliz por medio de segundas oportunidades en la vida.

La cinta funciona, de hecho es una película linda y la realización es buena, la fotografía impecable y Paul Dano una vez más demuestra que es un gran actor capaz de cargar con el peso de una película entera sobre sus hombros. No debería de juzgar la cinta por los caminos que no tomó, pero desde que empezó a desviarse de la posibilidad de ser algo complejo, nuevo y arriesgado fui sintiendo como la idea original  se convertía en una anécdota divertida en lugar de ser tema central de una película. No quiero revelar muchos datos sobre el camino que toma la historia, la cinta es capaz de hacernos pasar un buen rato y conozco a mucha gente que va a disfrutarla enormemente; no obstante, creo que el camino que tomaron el guionista y los directores confirma perfecto que describir una premisa no es suficiente información para saber si una cinta vale la pena, es necesario que los autores tengan la capacidad de comprometerse con sus historias y la visión de hacerlas memorables.


Trailer:

http://www.youtube.com/watch?v=W4RJYlSgDKM

No hay comentarios:

Publicar un comentario